Soy una enamorada de Sella. No sé ni cuando ni cómo me dí cuenta de ello, pero sé que no puedo prescindir de su energía, de su color,
de su aroma, de sus gentes...
Sella desde la distancia...
Al fondo el Puig-Campana y el Ponoch |
Sella al pie del Castillo de Santa Bárbara y de su Ermita |
Acercándonos poco a poco |
Ya sentíamos el aroma de la paella de Casa María... |
Angeles, revisa tus pies de foto. Hay algo raro que salta a la vista.
ResponderEliminarGracias Rosa, con tus gafas maravillosas todo lo ves.
EliminarUna vez, o varias, pasé por Sella y dejé que mi ojo izquierdo fuera derecho a su desnivel; desde el coche vi su ermita pequeña, afincada entre terrones, tobas y otras piedras o rocas. Estampada estaba, aunque no sellada, sí abierta.
ResponderEliminarCamino de Alcoi me fui acercando al monte, luego perdí el instante, la noción y el tiempo. Subí, no muy alto; bajé, no muy profundo; caminé, no muy raso. Finalmente desaparecí como quien se desvanece entre la niebla, de pronto, envuelto.
[Si añades seguidores podremos idem]
Breves saludos :)